Entradas

Mostrando entradas de noviembre, 2017

¿HAS OÍDO HABLAR...

Imagen
¿Has oído hablar de la historia del plato peor lavado del mundo? Yace en una cocina cualquiera, junto a una bacha mugrienta y ponzoñosa, donde arden los rencores más profundos de los inquilinos más ignotos. ¿Has oído hablar de la historia del plato peor lavado del mundo? Las esquirlas del sueño lo condenan al olvido o al desusado desequilibrio mental de sus comensales de hierro y  sal. -Resfriados como monóculos, están haciéndose a sí mismos como una modesta literatura.- ¿Y de sus alrededores? ¿Has oído hablar de los alrededores del plato peor lavado del mundo por no decir el plato más indigno de ser servido en oscuras pensiones en hostels baratos en hoteles de mala muerte? No lo encontrareis iluminado. El karma y el dharma no son su vehículo. Los pajarillos de la mañana póstuma no lo celebran, aquella mañana de la post generación, de la post guerra de la post dictadura, de las post cortina de hierro de l

PODRÍA SER PEOR

Imagen
PODRÍA SER PEOR -Consejos a un joven proxeneta- Humilla a tus seres queridos. Lacera a tus hijos con el mismo amor con que  Gertrudis  torturó a Hamlet. Destruye tus obras. Destruye todos los obsequios de todos los invitados (menos uno.) Roba una flor.  C oloca una bomba de improviso en la casa de tus suegros. Fusila a un policía como ellos fusilan a nuestros…  Hermanos Presidiarios. Coloca un artefacto embrujado en el aparador. Coloca veneno en el cóctel de tu amada. Soslaya lo insoslayable, comete parricidio y matricidio. No comulgues, no perdones, no transes. Rebélate contra la poesía moderna y posmoderna. Vuélvete “clasicista.” Desafía al lenguaje, y a los neo-nazis y a los neo-aliados. Vístete de sombras. Regresa a Edgar Allan Poe tantas veces como sea posible. Piensa con la razón, ama con el corazón y vuela con pies ligeros, livianos, sagrados...

ÚLTIMO HAIKU

Imagen
Me sentí solo, hoy me sentí muy solo. (Es todo el haiku.)

BARES AL FIN

Imagen
¡Un buen poeta siempre amará y frecuentará los bares! Esclavos, clientes empedernidos, adictos al alcohol, al café y a todos los estimulantes imaginables... ¡Y luego: Contemplar el infinito espectáculo de la decadencia humana, con su tornasolado espectro de curiosidades, colores y matices ! Como quien contempla una flor en la grieta de la terraza, como quien añora un jardín perdido en la memoria , como quien busca un color en la negrura, ¡así los poetas amaremos siempre los bares ! Con la nostalgia del sobrino que recuerda los días de la infancia: cuando el tío lo llevaba a desayunar al Mercado , (zoológico de truhanes y mercachifles, tangueros perdidos al fin del mundo , olvidados personajes, locos de remate con una reminiscencia de “la Chicago argentina”, con un poco de La Boca y del Viejo Gasómetro, con mucho de “pueblo chico, infierno grande ”, con mucho fascismo y con poca alegrí