A VECES, SENCILLAMENTE, NO PUEDO...

A VECES, SENCILLAMENTE, NO PUEDO... A veces, sencillamente, no puedo soportarlo, tu ausencia es un vacío muy grande, te extraño corazón mio, mucho, mucho, en la noche. Cuando cedo a tu recuerdo lágrimas me brotan de los ojos del alma, aunque invisibles y silenciosas no menos terribles. Me acompañan canciones y derrotas, libros, palabras, memorias, mujeres y desdichas breves como alegrías, transcurren mis horas como mis días (casi todo un hombre sin sentido eres.) Ahora voy errante hacia ningún lado y tu espíritu me acompaña, alado.