poesía para las masas finas

La ciudad es una jaula. (La noche es fresca  como la soledad.)

Un desesperado intento De salvar el partido En el último minuto Como en un haiku De tres líneas Blancas Un desesperado intento De no dormirse A la madrugada Un desesperado intento Idiota, Idiota. Abracadabra! Todo es mágico Y fantasmagórico también. Un desesperado intento De la burocracia, De la élite Y de la clase trabajadora. De los marginales Y los parias. Un desesperado intento. Nadie condena al suicida. Nadie sabe de su dolor Ni de su locura. Este mundo no es para ti, Este mundo no es para mí. Un desesperado intento De salvar, de salvarse. En un verso Violento. En una audacia, En una audiencia. Un desesperado intento Por revivir A los fantasmas (Y a los antepasados.) Tu mayor miedo  ya está aquí, la profecía Se ha cumplido. La noche te acompañe. Las aves No cantan. Son graznidos.

Un lugar adonde volver Todos necesitamos Un lugar adonde volver Después de la furia, después de la desolación Un lugar como la propia casa/ de uno (Aunque muchos no la tengan/ todavía) Un lugar a donde volver, Un lugar parecido a un Hogar dulce hogar De madre o padre O amigos Amada o amado O algo Pero un lugar Adónde poder abrazarse Con las penas Y todo Un palo donde poder rascarse Como perro En soledad Con la neurosis inclusive Con las mañas criollas Con todo el ser a cuestas Un lugar adonde volver Para no andar boyando Como loco malo Y con el corazón roto En mil astillas Algún lugar encontraré, Me pregunto

  Barajar y dar de nuevo   Cuando quieras Empezamos de cero.   Barajamos, Y damos de vuelta.   Ya que todo se pudrió. Ya que el árbol se torció Hacia rumbos no deseados.   Cuando quieras Empezamos de cero, Barajamos y damos de vuelta Las mismas cartas.   Nunca es tarde Para volver a empezar,   Y segundas partes Nunca fueron buenas.   Pero hay excepciones.    

Concursos Literarios Cada vez que un poeta gana un gran concurso literario Averiguo y leo sus poesías Invariablemente me desilusiono Digo: yo escribo mejores cosas que este tipo o que esta señora   Realmente no quisiera que fuera así Pero eso es lo que pasa   E invariablemente En el mismo sentido Nunca gano ningún concurso de poesía   Ustedes ya saben Ningún gran poeta ganó concursos con sus obras Más bien fueron presos, asesinados O fueron condenados En un juicio amañado.   Los ejemplos abundan Desde François Villón a Baudelaire   Ninguna gran obra poética recibió el primer premio de poesía del jurado.   Borges nunca recibió el Nobel. Los grandes escritores pasaron desapercibidos, ninguneados por sus contemporáneos.   Allí lo tenéis a Antonio Di Benedetto: encarcelado, entrevistando a sus discípulos para poder sobrevivir.   De modo que quiero ganar concursos Y, a su vez, si no los gano m...

    La rubia tarada   El mercado del amor Es una guerra En la que todos pierden.   La “sociedad” misma Es un gran mercado.   (La ley de la selva, La maffia y el expolio.)   La rubia tarada Pierde la apuesta, La “hippie luchona” también.   La sociedad de mercado Es un gran organismo enfermo   Donde cada célula se odia a sí misma  Y odia a las demás.   La sociedad de mercado es un cáncer.   La sociedad de mercado es una gran mascota Que se devora a su dueño, enfermo y debilitado.   No hay salvación, No hay utopía. Que una gran ola polar nos arrastre.   El decadentismo ha llegado hace rato a Europa, a Occidente, a América.   La ampliación del campo de batalla Ha llegado hace rato A los sexos.   Tu familia, al final Era un nido de víboras.   El niño inocente Busca el amor de su madre. Idealizada   En sus niñeras,...