IRRECUPERABLES
Aunque, a veces, sí, tengo ganas de verte,
-y a veces son ardientes ganas-
no te asustes,
no tengo ganas de verte siempre.
No te asustes,
no creas que no me importás.
Me importás
(y, tal vez, más/ de lo que vos pensás;
o de un modo/ ligeramente diferente/ a lo que vos pensás...)
¿Tal vez/ me pensás?, me digo.
No te asustes
si no me olvido de vos.
O si me olvido de vos,
no te asustes.
Puedo olvidarte
y no poder olvidarte al mismo tiempo.
No te asustes
de mi desamor,
no te preocupes
por mi amor constante
más allá de la muerte.
-Ambos son irrecuperables. -
No huyas de mí
porque no hace falta.
-Yo también puedo huir de mí. -
A veces, no puedo huir de vos.
De tu memoria.
Comentarios
Publicar un comentario