Al fin y al cabo...
Al fin y al cabo, con todas nuestras metafísicas y técnicas de mandril somos unos monos asustados y confundidos. Más allá de la mercadotecnia de las corporaciones y del “Elogio de la locura” -porn postmoderna- somos la semilla en la caverna. Somos el homínido corriente/ en el bosque que se rasca la cabeza/ hueca - Después de todo/ es bastante normal, siempre solo - mientras declina la cultura/ y regresamos al Origen de las piedras por el camino de la chatarra. Mientras se acelera/ la descomposición por la vía del Progreso/ y los asesinos se enseñorean de la nave y de las aguas, el individuo –¡salve! - ...