Al fin y al cabo...
Al fin y al cabo,
con todas nuestras metafísicas
y técnicas de mandril
somos unos monos asustados
y confundidos.
Más allá de la mercadotecnia de las corporaciones
y del “Elogio de la locura”
-porn postmoderna-
somos la semilla en la caverna.
Somos el homínido corriente/ en el bosque
que se rasca la cabeza/ hueca
- Después de todo/ es bastante normal,
siempre solo -
mientras declina la cultura/
y regresamos
al Origen de las piedras
por el camino de la chatarra.
Mientras se acelera/ la descomposición
por la vía del Progreso/ y los asesinos
se enseñorean de la nave y de las aguas,
el individuo –¡salve! -
es un mono asustado en la negrura.
Solo.
*
Nunca vi/ el cielo tan cerrado
de nubes sombrías.
Los árboles se estremecen/ hostiles.
Se perfila un rostro/en el horizonte.
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