ALCANTARILLA
ALCANTARILLA
El espíritu de un poeta
es como una gran alcantarilla
de donde emanan olores insoportables
y donde los ancianos se caerían
el espíritu de un poeta es como una de esas grandes alcantarillas
que, durante las anegaciones, se convierten en trampas mortales
de niños y de transeúntes desprevenidos
el espíritu del poeta es como una de esas grandes alcantarillas
donde imaginamos que ocurren las historias más fantásticas
pero donde en realidad no ocurren sino cosas escatológicas:
cucarachas enormes, ríos putrefactos, heces,
desechos y basura.
Comentarios
Publicar un comentario