ÉXTASIS PARA PAPANATAS. Mais de lo mesmo

ÉXTASIS PARA PAPANATAS
Se impuso finalmente el milico Bolsonaro en las presidenciales de Brasil. Los brasileros residentes en Argentina se inclinaron por Haddad, del Partido de los Trabajadores.-

LA MITAD MÁS UNO

La verdad que no sorprende el resultado, aunque entristezca profundamente. Sobre todo teniendo en cuenta las gravísimas consecuencias que tendrá no solo en la vida cotidiana de los brasileros comunes, sino en toda la región y el mundo.

MAIS DE LO MESMO. VUELVE EL EJÉRCITO (Y LOS EEUU)

Una vez más la derecha latinoamericana, es decir los sectores conservadores de la sociedad (el ejercito, el empresariado, la iglesia, el campo…, los cuales –vale recordar- han entregado periódicamente la región a los intereses imperiales extranjeros) llegan al poder con la ayuda imprescindible de Estados Unidos.

En este caso, copiando (por no decir “calcando”) la metodología de marketing político que funciono en las más recientes campañas presidenciales de EEUU y asesorado por sus publicistas expertos instalados en la capital de Brasil.

¡OH YES, WE CAN! Y POR CASA CÓMO ANDAMOS

Macri se impuso en las urnas de 2015 copiando el modelo de campaña del ex presidente Obama, basado en el uso estratégico de facebook y redes sociales, e incluso utilizando los mismos conceptos. “Sí, se puede”, repetía Macri dirigiéndose a un infantilizado público, y copiaba cada frase y cada gesto de Obama (y no porque fuera negro precisamente.) Bolsonaro, por su parte, en Brasil hace lo mesmo replicando el modelo de Donald Trump, asesorado por los mismos Goebbels del magnate norteamericano.

BUENAS NUEVAS

¿Resulta que ahora Bolsonaro, al igual que Trump en el Norte, es el redentor que nos viene a salvar de la “amenaza del Comunismo” –resucitado fantasma de la Guerra Fría- y de la corrupción del gobierno anterior, causa de todos nuestros males? Estas y otras pamplinas y ficciones son los insights que han introducido los ingenieros sociales de la derecha de un modo muy efectivo, dado que al menos desde Freud en adelante se sabe que nuestro inconsciente está desprotegido del filtro racional en determinadas circunstancias. Puro conductismo fascista.

Ni Trump ni Bolsonaro pueden ser “anti-sistema” tal como pretende presentarlo y venderlo la prensa liberal en la medida que ellos mismos constituyen el corazón del sistema, financiados por los lobbys más poderosos del mundo (literalmente.)

 VIEJOS TRUCOS DE LA GENTE PRO

Está claro que a la derecha no le gusta asumir riesgos, aunque se jacten de ello en la retórica política y del management. Recientemente una serie de estudios académicos ha comprobado una regularidad en las democracias capitalistas (o capitalismos con inevitables elecciones periódicas): la variable de “triunfo en las urnas” está directamente relacionada con la variable “inversión de capital en campaña”. Los partidos que mayor dinero invierten en las campañas publicitarias son los que por lo general consiguen mayores resultados en los escrutinios de votos. Algo que ya suponíamos todos desde el siglo pasado, pero que ahora comprueban estudios académicos del siglo XXI.

Recordemos que en este preciso momento en Argentina se está investigando un hecho comprobado de corrupción: el escándalo de los aportantes truchos a las campañas de Macri y Vidal, que ahora se extiende a las provincias (tal como ocurrió esta semana con el intendente de Cambiemos en Bariloche.)

Estos escándalos de corrupción referidos al financiamiento ilegal de la campaña del macrismo, que no son otra cosa que una versión remozada del fraude electoral de la década infame de los años 30, tienen su equivalente en las elecciones de Brasil, tal como reveló la periodista Patricia Campos Mello.

La investigación de esta periodista amenazada por Bolsonaro reveló que Bolsonaro recibió millonarias e ilegales sumas de financiamiento ilegal y que llevó a cabo una sofisticada  operación propagandística través de noticias falsas sobre su oponente (fake news) e infiltración masiva en  grupos de whats app, entre otras trampas de ingeniería de datos, con lo cual logró ganar en la primera vuelta sobre su rival Haddad del Partido de los Trabajadores.

Sin ir más lejos, el año pasado el intendente radical de Córdoba Ramón Mestre llevó a cabo una campaña de propaganda clandestina en redes sociales para demonizar y criminalizar a los trabajadores del transporte ante la opinión pública. Los trabajadores y trolebuseras reclamaban una paritaria más justa ya que su gremio se hallaba intervenido. La intendencia respondió con represión, despidos y militarización del transporte. Algo típico de la autoritaria elite bipartidista local.

NI UN TANTICO ASÍ

Nada nuevo bajo el sol, la derecha es tramposa y corrupta desde que tenemos memoria, por eso tenía razón el Che Guevara cuando decía: “No se puede confiar en el imperialismo ni un tantico así. ¡Nada!” Macri ha recurrido periódicamente a las mismas estratagemas para ganar elecciones en Buenos aires.

Nunca hay que subestimar la capacidad del poder económico de fabricar la Opinión Pública. 

EDUCAR AL SOBERANO VS PROPAGANDA OFICIAL

Sarmiento -pionero de la educación pública en Argentina y Latinoamérica, mal que les pese a muchos- decía que había que educar al soberano. Se había dado cuenta de eso en los albores de la patria. No tenía mucho sentido la emancipación si el pueblo no era consciente de sus derechos, dado que -en tal caso, reinando el analfabetismo- iba a seguir dependiendo de las elites locales o extranjeras. 
No hace mucho un estudio académico reveló que la manipulación mediática es mucho más efectiva en gente alfabetizada -pero sin capacidad de libre pensamiento- que en gente analfabeta. Los analfabetos de hoy son aquellos que pueden leer un texto pero no pueden llegar a comprender su significado. Lo mismo es extensible a los medios masivos de comunicación con las noticias.  

La descripción que hace Atilio Borón de la opinión reaccionaria de los trabajadores de un aeropuerto de Brasil en la previa de la segunda vuelta no es ninguna novedad para ninguno de nosotros. Si usted le pregunta a cualquier trabajador de las provincias argentinas, de Córdoba, de San Luis o Tucumán pongamos por caso, oirá las mismas palabras: un kioskero de revistas, una empleada doméstica o un mozo de café pidiendo a gritos mano dura y condenando toda manifestación progresista: ya sea feminismo, derechos humanos, ecologistas, minorías sexuales, étnicas, migrantes, etcétera.

No es casual en la medida en que las condiciones de vida de la clase trabajadora se han estancado o han decaído dramáticamente en las últimas décadas, fruto de políticas neoliberales puras y duras, cuya mayor expresión quizá sea la precarización/flexibilización laboral. Por esa misma razón es que esta misma clase media y trabajadora se halla expuesta en lo cotidiano a la rapiña de los excluidos del sistema (algo que no le ocurre a la elite de guantes blancos, amurallada en sus barrios privados.)

No es casual en la medida que las clases populares están sobre exigidas de trabajo y no pueden acceder a los marcos teóricos críticos que solo pueden ofrecer los libros y las universidades públicas.

No es casual en la medida en que estos mismos trabajadores (que trabajan 8, 10, 12 hs y más todavía, arriba de un taxi por ejemplo) están expuestos las 24 hs al adoctrinamiento constante de los medios de comunicación monopólicos. Gigantes conglomerados, grupos  y cadenas de Medios de Comunicación financiados por sectores empresariales ultraconservadores quienes se encargan de criminalizar cualquier idea de protesta y lucha, sobre todo referidas a los sectores históricamente afectados (y “problemáticos” para la elite): las mujeres, los trabajadores y la juventud.

POR ÚLTIMO…

¿Debería sorprendernos que de la mano de los propagandistas norteamericanos (que descubrieron que la cuestión fundamental hoy es entretener al público día tras día con payasadas mientras la elite toma las grandes decisiones tras bambalinas) triunfe un candidato con los viejos lemas de Dios, Patria y Familia? ¿En un país en cuya bandera se lee: “Orden y Progreso”, los lemas de los Estados-Nación de todo el continente?

“Éxtasis para papanatas”, le llamaba Edgar Allan Poe.