EL POEMA DEL OLVIDO




EL POEMA DEL OLVIDO

Y te vi 
en todo tu esplendor:  
tu cuerpo era inconmensurable.

Eras mucha mujer 
para un solo hombre deshabitado.

(Un canto de sirena para enamorar.)

Las luces de la mañana
inundaban el cuarto 

me demorabas 
en la vigilia 

y deliberadamente me hundía en tu libertad 
sin pasado. 

Bailamos lento, 
nos recostamos en un sillón ajeno. 


Escribimos el poema del olvido.


Valía la pena 


morir la vida 
lentamente. 







                                          Imagen: La Venus de Milo, de Omár Ortiz


                                        






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