TRANSMIGRACIÓN DE LAS ARMAS
TRANSMIGRACIÓN DE LAS ARMAS
Vago y simple,
¡así quisiera ser yo!
De pocos elementos,
como una buena canción.
Vago y simple,
como una bruma.
Indefinido y bello,
de pocas líneas.
(Ya casi lo he logrado.)
Vago, como un poeta,
y simple como una pieza
de carrocería.
Elegante como una teoría
sobre el lenguaje,
amable como el agua
del río.
Minúsculo y expeditivo,
infinitesimal
con fecha de caducidad
pero inmemorial
como los Andes.
Vago y simple,
así quisiera ser ahora
-después de haber intentado
sin suerte el anacronismo.-
Vago como un poeta que viviera
en un Hotel Holgazán
para componer absurdos tangos
borgeanos.
Simple como un español.
Elemental,
como un inmigrante italiano.
Vago, y despojado
(¡como las aves!)
Simple como los besos a mediodía
o como los besos a medianoche
o a media agua.
Vago y simple.
Finalizado.
¡Ya casi lo he logrado!
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