LA MASACRE DE BARCELONA

LA MASACRE DE BARCELONA

Del reciente atentado en Barcelona solo puedo decir que de las mil hipótesis que se manejan en la calle, sigue convenciéndome más la siguiente -por racional viniendo de un racionalista, y por verosímil también-:

Los atentados que se adjudican a terroristas islámicos suelen ser una respuesta directa a las acciones de las fuerzas de Occidente en Medio Oriente.

(Cuando digo “fuerzas de Occidente”, me refiero a EEUU y sus lacayos europeos, visto y considerando que precisamente en eso se ha convertido Europa hoy, en un socio menor del crimen organizado a escala global.)

El asunto es que esos crímenes y guerras secretas de Occidente no se informan debidamente en la prensa, entonces la desprevenida audiencia termina creyendo que todos los orientales son bárbaros, tal como pretenden hacernos creer los medios masivos, los cuales modelan conciencias en favor de los intereses liberales.

Si realmente repudiamos el terrorismo, debemos repudiarlo sin doble vara moral, en cualquier lugar donde estos hechos ocurran.

Entonces, repudiemos la acción –más bien la política- del terrorismo por parte de Occidente en Oriente Medio y en el Sur, tanto como la reacción violenta por parte de sus víctimas.

Pero, con todo rigor lógico, observemos la causa del problema y luego sus efectos.  

Si Occidente, por apropiarse de los recursos naturales y de los mercados recurre al terrorismo, es evidente que multiplicará el terrorismo por todo el planeta.

En la medida en que los gobiernos nacionales no apoyen las políticas terroristas de los líderes occidentales, hay una esperanza para terminar con el terrorismo en Occidente.

  Y por casa cómo andamos

  Desde que  asumió la presidencia, la Administración de Mauricio Macri y su Ministra de Seguridad Patricia Bullrich han avanzado en peligrosos convenios con el ejército de Estados Unidos, violando la Constitución, salteando al Congreso y no consultando ni informando debidamente a la Opinión Pública.

Así concluye un artículo reciente del periodista José Ignacio Amorín titulado:

“EXCLUSIVO: los peligrosos acuerdos militares que Argentina firmó con EE.UU” Entre mediados del año pasado y comienzos de este, el ministerio de Defensa y el de Seguridad establecieron un polémico acuerdo con Norteamérica.

Pero eso no es todo: entre fines de 2016 y comienzos de este año, Argentina avanzó en otro polémico acuerdo bilateral con Estados Unidos, que pone en riesgo la Seguridad Interior, cuando, por pedido de Mauricio Macri, solicitó ingresar al State Partnership Program (SPP), un programa diseñado por el Departamento de Estado de Norteamérica después de la Guerra Fría, con el fin de establecer lazos entre las carteras de Defensa de su país con los ex Unión Soviética sin provocar a Rusia y bajar el perfil de involucramiento de EEUU en los países del globo.

El programa, financiado por el ministerio de Defensa y el Departamento de Estado y relaciones Exteriores norteamericano, establece que una guardia nacional estatal de EEUU trabajará en conjunto con el país que solicitó la alianza en materia de "seguridad interior, control de fronteras y ayuda humanitaria ante catástrofes". Sin embargo, Seguridad y Defensa son áreas separadas desde que el ex presidente Raúl Alfonsín promulgó en 1988 la ley de Defensa, por lo que según denunciaron desde el Centro de Militares para la Democracia, el convenio, que no pasó por el Congreso, viola la actual ley de seguridad nacional.

Según establecen los documentos oficiales, el acuerdo fue firmado con la Guardia Nacional de Georgia, hecho que también encendió las alarmas de los organismos de Derechos Humanos en el país, dado que la actual Escuela de las Américas se mudó a ese Estado luego que cerrara sus puertas en Panamá en 1984, para ser reconvertida en el Instituto del Hemisferio Occidental para la Cooperación en Seguridad, por lo que, gracias al convenio firmado por Mauricio Macri y el ministro Julio Martínez, militares argentinos podrán ser capacitados en la temerosa academia estadounidense. (Los subrayados son nuestros. Fuente: http://www.eldestapeweb.com/exclusivo-los-peligrosos-acuerdos-militares-que-argentina-firmo-eeuu-n29785)

Por una cabeza (y una selfie)

Por otra parte,  el mes que viene visitará la ciudad de Córdoba el ex presidente de los Estados Unidos, Barack Obama, con el pretexto de participar en una cumbre ambiental, absurdo cuando no hipócrita siendo que Obama pasará a la historia como uno de los responsables directos de una de las  campañas terroristas más grandes que se haya conocido en la Historia -la Guerra de los Drones, otra campaña terrorista norteamericana, aunque esta vez a escala mundial- y como un promotor del fracking y otras formas de extractivismo de combustibles fósiles, los cuales han sido señalados como una de las causas principales del calentamiento global por la comunidad científica.

Y colorín colorado…el terrorismo no ha terminado

Las elites políticas y empresariales locales -tanto a nivel provincial, nacional y regional- no deberían jugar con la vida de los civiles por mezquinos intereses personales o de clase.

Nuestras víctimas
Noam Chomsky y Edward Herman demostraron perfectamente en 1988 cómo funciona el asunto en las democracias capitalistas realmente existentes. La industria de los medios de comunicación contabiliza el número de víctimas de nuestros enemigos, pero omite contabilizar “nuestras” víctimas y el número de víctimas de nuestros "Estados amigos", socios y clientes.

Esto se lleva a cabo de modo masivo y sistemático gracias a la lógica de la rentabilidad que mueve a todo el sistema de los medios y que está perfectamente sintetizado en el Modelo de Propaganda de Chomsky y Herman de 1988, el cual no ha sido invalidado hasta nuestros días. (Ninguna noticia atentará contra los intereses de los propietarios de los monopolios y conglomerados, ni de sus anunciantes, ni de las agencias de noticias -muchas de las cuales pertenecen a los mismos gobiernos-, ni de las instituciones oficiales.)

 Con un simple acto de confrontación entre la retórica política- lo que se dice- y los resultados de esas políticas (lo que se hace, los hechos) basta para comprobarlo.

Digamos que hasta ahora la historia le viene dando la razón en la totalidad de los casos. Los medios masivos imponen el tema del día, el marco ideológico e, inclusive, el lenguaje.